Sexo en NY a la coruñesa

{La escena tiene lugar en una tetería oscura. Se escucha música étnica de fondo y el sonido de unos bongós tocados rítmicamente. La habitación no es demasiado grande. Está dividida en tres espacios, aunque sin muros reales que los separen. A mano derecha varios sofás pegados a la pared, ocupados por dos grupos de amigos, no muy numerosos, que charlan amigablemte. Encima de sus cabezas, un retrato pop y un saxo con flores secas. Al otro lado de la habitación, cojines de muy diferentes colores esparcidos por el suelo, así como pequeñas banquetas de no más de cincuenta centímetros de altura.En las paredes se ven cuadros sin marco y en una esquina un gramófono viejo junto a un teléfono destartalado. En el alfeifar de la ventana está sentada una joven, sola, leyendo. Tras ella se atisba por entre las cortinas una casa blanca con contras azules. La luz menguará según la escena avanza. En primer plano y a la izquierda, cuatro jóvenes están hablando. Tres mujeres y un hombre. En la mesa redonda alrededor de la que están sentados, se pueden ver varios cascos de cervezas así como dos vasos de vidrio con hojas dentro que todavía tienen té}

Mujer 1: Pues yo no lo entiendo. Es decir, ¿desde cuándo los hombres se han vuelto más complicados que las mujeres?

Mujer 2 (bebiendo de una de las cervezas): Jajajaja, ahí te doy la razón completamente.

Hombre: Tampoco es que seamos más complicados que vosotras... Sólo es que necesitamos saber muy bien qué está pasando en cada momento.

Mujer 2: No sé. Yo estoy muy perdida. Porque vamos a ver, ¿tú qué pensarías si una mujer te besa?

Hombre: ¡¡Pues mejor para mí!!

Todas las mujeres: Jajajajaja

Mujer 1: Yo de lo que tengo miedo es de besarlo y que se crea que quiero algo. A ver... entendedme. Querer, claro que quiero. Pero no me quiero complicar la vida.

Mujer 2: A mí no me parece que eso sea tan difícil de entender. Que pasa, ¿que las mujeres no podemos disfrutar del sexo, solamente del sexo?

Hombre: ¿Veis como las mujeres sois muy complicadas? Nosotros ni siquiera nos planteamos esas cosas (bebe un trago largo de la cerveza). Esas cosas las vas viendo con el tiempo.

Mujer 2 (con cara de ofendida): ¡Pero qué morro tienes! Si nos acabas de contar que dejaste a un lado tu amistad con esa amiga tuya por no saber qué quería ella. Te agobiaste, como os pasa a todos.

Mujer 3: Eso es cierto. Los hombres os agobiais super rápido. Creéis que nosotras vamos a querer casarnos o algo así, y no es cierto. Nosotras también queremos poder disfrutar de la vida. Claro que nos gusta que nos mimen y todo eso. Pero no somos tan diferentes.

(El camarero entra en escena. Viste unos bombachos y chaleco oscuros. Recoge las botellas vacías de la mesa y pone otras dos)


Mujer 1: Pues yo sigo sin saber qué hacer. ¿Lo beso o no lo beso?

Mujer 2: Jajajajajajaja. Bésalo mujer, bésalo. ¿O prefieres estar esperando a que él decida hacer algo? La vida es demasiado corta como para esperar. Eso lo he aprendido hace poco. No esperes a que los demás hagamos algo, hazlo tú. Luego sino te arrepentirás de no haber dado ese paso.

Mujer 1: ¡Claro! Es muy fácil decirlo, pero luego hacerlo...

Mujer 2: ¡Qué va! Lo complicado es decir la primera palabra. En cuanto dices: tengo que hablar contigo... La cosa está hecha.

Hombre: Yo prefiero el mítico: "Me muero por darte un beso"

Mujer 3: Tú siempre tan prosaico, jajajaja.

Mujer 2: Entonces qué, ¿lo besarás?

Mujer 1: Ayyyy, ¡qué estrés por dios!

Todos: Jajajajajaja

Mujer 2: En serio, no dejes que las circunstancias puedan contigo. Puede ser que te devuelva el beso, que no lo haga o que simplemente entre en estado de shock. Y en cualquiera de esas circunstancias estarás confusa y dispersa. Pero ¿sabes qué te digo? ¡Que me quiten lo bailao!

Hombre (levantando la cerveza a modo de brindis) : ¡Así se habla!


(La noche se ve por las ventanas. El sonido de la música es cada vez más bajo, al igual que la luz de escena. Los cuatro amigos siguen charlando animadamente, aunque ahora parece que han cambiado de tema. Los demás personajes en escena se van levantando poco a poco hasta dejarlos a ellos cuatro solos en la habitación. Antes de que la luz desaparezca totalmente, se ve como una de las mujeres besa al hombre mientras las otras dos conversan animadamente)





Para Adhara, Lola y Pablo, por esas charlas

Comentarios

  1. muchas gracias por la dedicatoria Lariña,estoy deseando repetir,jejeje,me hubiese bajado ayer contigo y Fonseca pero las circunstancias no eran las propicias,muchos besiños!!!

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