Descalcita por la arena
Y cuando fui abandonada por los veraneantes de la casa, dispuestos a beberse Madrid, me paseé descalcita por la casa pensando en qué hacer. De repente sopló un aire fresco que se coló en la casa desde mi habitación hasta la cocina. Y claro, yo, norteña en un mundo de treinta-grados-centígrados, sentí aquel fresquito que me recorría los pies, los brazos y el cuello como un regalo que me hacía la ciudad por tanto calor acumulado. Cual perro labrador, seguí el rastro del aire hasta mi habitación y salí en medio de la noche al balcón, con los dedillos de los pies desnudos. Y, mmmm, soplaba el viento norteño y una estrella se mostraba tímida entre las luces urbanitas. Y entonces detuve el tiempo un instante para tomar una fotografía mental de aquel momento y así poder recordar el viento que se estaba llevando mi agonía. Y cuando me hube recompuesto de semejante placer, sonreí. Sonreí por lo bueno y por lo malo. Por Madrid y por este calor asfixiante. Porque aquí no hay playa ( ¿bueno y qué?...
Es gracioso, porque yo no he visto (aún) "El hombre tranquilo", pero "Innisfree", documental en homenaje a la peli de John Ford y sobre todo retrato antropológico entrañabilísimo de la comunidad de ese paraje irlandés tan bonito como perdido de la mano de Dios, es una de mis favoritas.
ResponderEliminar"El guardián entre el centeno" a mí también me parecio un poco decepcionante, esperaba algo más subversivo. Aún así al leerla me indentifiqué con el desprecio del protagonista por los valores burgueses de su propia clase social y me gustó mucho el romanticismo escondido bajo tanta digresión nihilista. Eso sí, la traducción (al menos la de Alianza) es bastante infame.
Con tu video, por cierto, también me he llevado una decepción. Al ver LHC en el título esperaba un rap de "La hora chanante" : )
Saludos!!