Reencuentros


Echaba de menos buscarte por las calles de Madrid: Fuencarral arriba, calle de la Palma abajo. Echaba de menos tener constantemenete el presentimiento de irte a encontrar en el metro a cualquier hora y en cualquier estación. Incluso echaba de menos la ansiedad previa a nuestro encuentro, el hormigueo en el estómago, la respiración entrecortada.

No echaba demasiado de menos la revolución que creabas a tu paso, tu forma de decirme que no cuando te morías de ganas por decirme que sí o los espacios muertos sin ti, tu ausencia.

Hacía tiempo que no pensaba en ti... hasta que ayer te vi.

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