Felicidad x2
Sí sí, querido. Finalmente y gracias a su intervención salí este domingo de cuasidiciembre en el que el frío es ya caluroso por su intesidad, de cañas, refrigerios y demás vinos. Me vestí y corrí al metro con un bolso grande grande y muchas cosas en él incluyendo música, libros y felicidad. La banda sonora-leída de esta mi historia del domingo que salí de casa para ser aún más feliz la componen a partes iguales pero inmiscibles Bob y Luis Alberto. Dylan con su disco número uno y de Cuenca con su palabrería pop. Pues resulta, querido, que fue fabuloso. Paseé cantando a voz en grito con guantes y músculos entumecidos, viendo frutos luminosos en los árboles ahora ya no otoñales sino navideños (pues resulta que dicen por ahí los entendidos de esto, que usted sabe, entendidos hay de todo, que no son cuatro, sino cinco las estaciones que ocupan el año, a saber, otoño, navidad, invierno, primavera y verano). Fueron oteados en el horizonte de la plaza de San Bernardo, frutos azules y luminisce...