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Mostrando entradas de mayo, 2009
Aires difíciles
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Hoy fue martes todo el día hasta que por la noche cambió a sábado de tormenta a causa del viento que llegó del levante sin avisar. Las hojas enloquecieron y los humores madrileños cambiaron de repente. Ya se venía oliendo desde por la mañana: algo iba a ocurrir. Fueron pequeños hecho aislados e inconexos los que lo anunciaron: los gruñidos matutinos, el calor esperpéntico del mediodía, las inusuales velocidades del metro y la actitud cariñosa de los paseantes. Pero nadie se imaginaba algo así. ¿Cómo siquiera pensarlo?. Hoy fue martes casi todo el día. Ayer Ayer fue miércoles toda la mañana. Por la tarde cambió: se puso casi lunes, la tristeza invadió los corazones y hubo un claro movimiento de pánico hacia los tranvías que llevan los bañistas hasta el río. A eso de la siete cruzó el cielo una lenta avioneta, y ni los niños la miraron. Se desató el frío, alguien salió a la calle con sombrero, ayer, y todo el día fue igual, ya veis, qué divertido, ayer y siempre ayer y así hasta ahora, ...
Italianeando con Marina
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Y un buen día agarró un billete para sus sueños (que tenían nombre de ciudad italiana) y se fue sin pensárselo dos veces. Voló y voló por el Mediterráneo dejándose engatusar por las nubes cada vez más italianas que sí, sí, que tenían incluso forma de risotto . Aterrizó como quien se levanta de la cama en medio de una fase rem , esto es, con el pelo enmarañado y las gafas torcidas. Pero se recompuso ipso facto y puso por primera vez su pie derecho en Italia exclamando a voz en grito "aquí estoy yo para comerme el mundo a pedacitos". Y así fue. Porque en Italia conoció Venecia, Milán, la grolla y las carreteras de Berlusconi. Conversó en inglés con un italiano que vivía en acordes de jazz y llevaba pantalones de cuadros. Y aún tuvo tiempo para colarse en un barco, detenerse en la piazza de San Marco y respirar arte por cada poro de su piel. Además, encontró un recuncho en alguna calle perdida y solitaria italiana y me lo trajo hasta Madrid. Prometo algún día conocerlo. Pero s...
A un paso de la locura
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[Si me desperté una mañana a tu lado • Es que el Universo no estará tan mal pensado • Yo con tus caricias ya me hubiera conformado • Que sí, que no, que quizás, que nos bebimos el minibar • Me hubiera quedado contigo, de aquí a la eternidad • Me hubiera quedado contigo, de aquí a la eternidad • Lo único que intento ahora es no desconfiar • No me cuentes cuentos que no los quiero escuchar • Las distancias cortas no te sientan nada mal • Tendrás que darme algo más, que soy difícil de conquistar • Y resulta que ahora ya, no sé donde estás • Y resulta que ahora ya, no sé donde estás • Si me desperté una mañana a tu lado • Es que el Universo no estará tan mal pensado • Yo con tus caricias, no me hubiera conformado • Virgen de la Cueva por favor, que ahora no llueva • Virgen de la Cueva por favor, que ahora no llueva • Virgen de la Cueva por favor] Audio: Siete medidas de seguridad. La bien querida
Adiós
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"Se me ocurre que vas a llegar distinta no exactamente más linda ni más fuerte ni más dócil ni más cauta tan solo que vas a llegar distinta como si esta temporada de no verme te hubiera sorprendido a vos también quizá porque sabes cómo te pienso y te enumero después de todo la nostalgia existe aunque no lloremos en los andenes fantasma ni sobre las almohadas de candor ni bajo el cielo opaco yo nostalgio tú nostalgias y como me revienta que él nostalgie tu rostro es la vanguardia tal vez llega primero porque lo pinto en las paredes con trazos invisibles y seguros no olvides que tu rostro me mira como pueblo sonríe y rabia y canta como pueblo y eso te da una lumbre inapagable ahora no tengo dudas vas a llegar distinta y con señales con nuevas con hondura con franqueza sé que voy a quererte sin preguntas sé que vas a quererme sin respuestas" Bienvenida. Mario Benedetti.
FIjaciones
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Me fijé en ella en el mismo momento en el que entró. No fue su pelo recogido con gracia flamenca. No fue el collar sobre su escote. No, no, no. Fue algo más íntimo, más entre ella y yo. Como si se tendiera un cabo directamente entre su alma y la mía. Fue muy extraño. Recuerdo aún la electricidad que recorrió mi espalda de punta a punta y que las conversaciones de mis amigos, entre risotadas y demás divertimentos, desaparecieron instantáneamente para solo quedar esa cuerda que tiraba de mí. Me quedé embelesado. Sí, esa es la palabra. Embelesado. Se sentó en una mesa al fondo del bar y pidió una caña. Sacó entonces una libretita que parecía haber sobrevivido a una guerra de lo vieja que estaba. Se puso a escribir en ella con un bolibic y d e vez en cuando, levantaba la mirada hacia la puerta. ¿Esperaría a alguien? Un sorbo a la cerveza, un poco de escritura, un pequeño retoque al pelo. Y vuelta a mirar a la puerta. Me quedé atontado mirándola, imaginando la vida que llevaría. Seguro que ...
C'est le printemps
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"Ese lugar que tienes, cielito lindo, entre las piernas, ese lugar tan íntimo y querido, es un lugar común. Por lo citado y por lo concurrido. Al fin, nada me importa: me gusta en cualquier caso. Pero hay algo que intriga. ¿Cómo solar tan diminuto puede ser compartido por una población tan numerosa? ¿Qué estatutos regulan el prodigio?" Ángel González. Canción, glosa y cuestiones. (Audio: Carey. Joni Mitchell )
Me he perdido
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Me perdiste. Quizá fue aquella tarde de no hacer nada o aquella mañana que dormí hasta que no pude más. Igual te colaste en mis sueños y ocurrió algo trágico. Da igual. El caso es que me perdiste. Pero está bien, no te preocupes. Sin rencor. Sin lágrimas de tragicomedia. Todos lo sabían, era un rumor a voces. Tú no entendías mi poesía y yo no comprendía tus besos. Solo era cuestión de tiempo que quisiera volver a volar con mi ojo diafragmático y automático a tomar instantáneas de la vida que acontece detrás de la realidad. Y tú no parecías querer salir a recorrer el aire para buscar con qué vitaminarnos...y yo, lo siento, pero no puedo sobrevivir sin vitaminarme.
Moreneando el alma
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En estos días Madrid se ve delicioso. Deliciosamente primaveral. Hay terraceo y algún que otro escote vespertino. Incluso algunos dedos de los pies se han aventurado a saludar el asfalto. Yo me he dado al deporte de tomar el sol en cada esquina de Malasaña. Les iré informando del transcuro de mi melanina. Atentamente, una veraneante. (Audio: Never had novody like you. M.Ward)